sábado, 24 de septiembre de 2011

LA CUESTION ALMODOVARIANA



Hoy, uno de los directores más célebres de nuestra historia (este mérito es indiscutible y no se le puede negar) se adentra en la sesentena. Es sorprendente situar a aquel joven estravagante que se bebía la Movida maquillado hasta las cejas a un paso de la edad de jubilación, sobretodo porque una de las virtudes de Pedro Almodóvar siempre ha sido parecer atemporal, suspendido en un limbo supuestamente vanguardista donde el tiempo transcurría a otra velocidad. En todo caso, sigue haciendo cine, su cine, y tras más de treinta años continua buscando una obra maestra que no llega. Tengo el convencimiento de que tras su verborrea incesante y su aire de suficiencia y hasta de pedanteria de quien se sabe adulado y esperado por miles de seguidores, se esconde un cineasta fustrado en busca de la excelencia, que quiere pero no puede renunciar a ciertos ticks que definen su obra pero que al mismo tiempo la lastran de forma irremediable. Pocos directores pueden presumir de crear un género propio y reconocible al que se le bautize de forma global con su propio apellido. Es paradójico pero Almodóvar hace ya tiempo que intenta diluir de forma imperceptible lo "almodovariano" en busca de un clasicismo narrativo que tiempo atrás desdeñaba cegado por los brillos de una presunta modernidad (lo que supone un riesgo digno de alabar en un director que fuera de España se podría decir que ya podría "vivir de las rentas") pero Pedro Almodóvar debería empezar a ser consciente de que no puede huir de si mismo. En esa vorágine de dudas, su cine empieza a parecer una parodia. Y él lo sabe. Y lo sufre.

La relación de amor-odio del divo manchego y la crítica española no es fruto de la vendetta de una pandilla de fustrados cinéfilos envidiosos del éxito del director más internacional de nuestra filmografía (a un nivel solo comparable a Luís Buñuel, y aun así este no dejó de ser una estrella de los círculos de arte y ensayo más que en las pantallas convencionales, cosa que Almodóvar sí ha conseguido) sino que es el propio director el que parece empeñado muchas veces en azuzar a determinadas masas críticas, sintiéndose muy cómodo en un papel de víctima que carece de base. Lo mismo se podría aplicar a su relación con la Academia de cine. Almódovar parece creerse tanto lo que le cuentan más allá de los Pirineos que considera como una ofensa que cada vez que estrena película no le caiga una lluvia de Goyas. Esa postura de genio incomprendido y vilipendiado por la industria a la que él mismo se ha encargado de dar explendor, te crea multitud de enemigos en una cultura tan susceptible como la española, sobretodo teniendo en cuenta que el "despreciado" genio ha ganado tres veces el Goya a la mejor película ("Mujeres al borde...", "Todo sobre mi madre" y "Volver"), dos a la mejor dirección ("Todo sobre mi madre" y "Volver") y uno a mejor guión ("Mujeres al borde...") además de un sinfín de premios a sus actores y otros menores. Por tanto el argumento tan manido del injustificado desprecio levanta ampollas en determinados círculos.

¿Cómo es posible que un director español tan famoso a nvel mundial no siempre consigue (porque muchas veces si lo ha logrado) el reconocimiento crítico a su trabajo en su propio pais? La respuesta es menos complicada de lo que parece. Desde luego hay motivos extra cinematográficos que radican en la  personalidad ególatra del director y en nuestra propia cultura. Muchos ataques a Almodóvar son desmesurados e innecesariamente violentos. Pero también hay motivos cinematográficos. Muchos. Y solo los que hemos crecido en la cultura de la que el propio Almodóvar bebe y nutre sus argumentos, tenemos una visión realmente objetiva de su cine. Ni los franceses, ni los norteaméricanos, ni los argentinos... han crecido y siguen viviendo en el marco donde se enmarcan las tramas "almodovarianas". Eso es un arma de doble filo. Donde los alemanes pueden ver dialogos frescos y divertidos, nosotros a veces oímos conversaciones impostadas y poco naturales. Donde los ingleses ven grandes personajes al límite o extravagantes seres procedentes de la España más profunda, nosotros a veces vemos caricaturas artificiales en situaciones inverosímiles. No siempre nos reconocemos en un universo tan típicamente spanish como el que el propio director nos vende constantemente. Solo nosotros nos damos cuenta realmente de lo vacío y maniqueo que puede llegar a ser su cine. No obstante, soy el primero en sentirme orgulloso de su éxito y de sus Oscars, aunque a veces no me identifique con lo que veo en pantalla y me chirríen sus diálogos o su puesta en escena. También reconozco su voluntad de excelencia y su jugueteo con los límites de género. Por desgracia hace tiempo que no lo consigue y su cine se resiente hasta la autoparodia involuntaria, que es el peor de los géneros posibles. Sus mejores trabajos aparecen cuando se olvida de su propia importancia y deja fluir lo más genuinamente "almodovariano", e incluso cuando se rie de si mismo y de su cine de forma consciente : su sentido del humor, su colorismo, sus guiños costumbristas, su casi siempre acertada dirección de actores... todos los puntos fuertes en los que debería apoyarse y no camuflarlos o simplemente utilizarlos como casi imperceptible tamiz en esos refritos sonrojantes de obras maestras del Hollywood dorado que se ha empeñado ultimamente en emular sin éxito. Esa no es tu liga, Pedro.

Esta constante contradicción entre sus aspiraciones y sus verdaderos puntos fuertes hace que su filmografía fluctue entre películas notables (las enumero más abajo), interesantes ("La ley del deseo", "Átame", "Carne trémula", "Hable con ella") y directamente malas o fallidas en sus pretensiones ("Matador", "Laberinto de pasiones", "Entre tinieblas", "Tacones lejanos", "Kika", "La mala educación", "Los abrazos rotos"). Todavía no se donde encuadraré "La piel que habito" pero mucho me temo por los trailers e imágenes que he visto que está en la línea del "quiero y no puedo" de sus últimos trabajos.

En todo caso, ahí va mi top 5 almodovariano. Feliz 60 cumpleaños.

5.- "VOLVER" (2006)


 4.- "LA FLOR DE MI SECRETO" (1995)


3.- ¿QUE HE HECHO YO PARA MERECER ESTO? (1984)


2.- MUJERES AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS (1988)


1.- TODO SOBRE MI MADRE (1999)


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